El cloro hace que la vida humana sea más segura. Su aplicación más universalmente reconocida es el tratamiento del agua para consumo humano, considerado por muchos como uno de los mayores descubrimientos del último milenio, sin el cual la historia de la humanidad habría sido sustancialmente diferente. Pero su importancia va mucho más allá de esta aplicación extraordinariamente relevante o incluso decisiva.
Como agente infiltrante, el cloro está presente, pero no es visible, en miles de productos que forman parte de nuestra vida cotidiana. Al integrarse en compuestos químicos esenciales en los más diversos procesos de producción, su alcance es notable, al igual que el impacto de sus decenas de derivados.
El llamado "árbol del cloro", que ilustra gráficamente las ramas (derivados) y los frutos (productos) obtenidos a partir de este elemento químico, pone de manifiesto su importancia en un ámbito crucial de la sociedad: la seguridad en su sentido más amplio.