Desde que salimos a correr por la mañana hasta el momento en que nos acostamos, la anilina marca una presencia discreta, haciendo posible la existencia de mil y un productos de nuestro día a día y de cuya función no podemos prescindir.
La anilina, compartida por muchos bienes indispensables, tiene particularidades distintas de cualquier otro producto.
También conocida como aminobenceno o fenilamina, es una sustancia perteneciente a la familia de las aminas primarias, compuestos importantes para la fabricación de colorantes.
Su fórmula es C6H5NH2 y, en su estado puro y en condiciones normales de temperatura y presión, es un líquido incoloro y oleoso. La anilina se obtiene por hidrogenación del nitrobenceno y en presencia de un catalizador. Es susceptible a la oxidación y, aunque no tiene color, se oscurece cuando se expone al aire, llegando a tener un color amarillo o incluso casi rojo, lo que anticipa su propensión a la fabricación de colorantes.